Claves para una alimentación saludable, productiva y consciente.

Después de vacaciones y la desconexión tan merecida, tenemos que volver a la rutina, lo que supone organizar todo, incluso la alimentación. Es posible que hayamos hecho excesos en verano y que ahora tengamos la inquietud de hacer algo para “compensar”. Te dejamos algunos consejos para gestionar de forma productiva y consciente la alimentación después de vacaciones:

Basa la alimentación en alimentos frescos y poco procesados. Evita todos aquellos alimentos que contengan una lista infinita de ingredientes, un exceso de sal, azúcar o grasas.

Planifica tus comidas – regla de oro -: básate en una alimentación rica en alimentos vegetales como frutas, verduras, legumbres, frutos secos… y coge como referencia el método del plato comentado en el artículo anterior “Querida báscula, sé buena por favor” para planificar tus comidas y cenas, ya sean de tupper, en casa o pidiendo un menú saludable online o en un restaurante.

Haz la lista de la compra y ve a comprar sin hambre. Tener una lista semanal te ayudará a seguir las pautas de alimentación saludable planificadas anteriormente. Cíñete a ella y evita ir a comprar con hambre, puesto que de esta manera será más fácil no caer en alimentos innecesarios o insanos.

Come en horarios regulares. Establece cuántas comidas al día quieres realizar, que se adapten al resto de tu rutina y que te ayuden a regular tu reloj de hambre/saciedad que, durante las vacaciones, sin horarios ni compromisos, se nos ha desajustado. Esto hará que tu cuerpo regule mejor y de forma más eficiente el hambre durante tu jornada y que seas más eficiente y productivo/a.

Evita tener en casa o a la vista aquellos alimentos que no nos convengan y mantén a la vista aquellos que sí. Por ejemplo, tener a la vista un bol con fruta y verdura o una jarra con agua ayudará a fomentar su consumo diario. En cambio, mantenernos lejos de galletas, snacks y productos ultraprocesados con largas listas de ingredientes que ni entendemos, evitará tentaciones no convenientes.

Sírvete la cantidad justa respetando tu apetito. Un truco para evitar repetir innecesariamente es dejar la comida restante en la cocina y no en la mesa.

Come de forma consciente, practica el “mindfulness”. Recuerda apagar el televisor u otras pantallas (tabletas, smartphones) durante las comidas. Es una distracción que impide la comunicación familiar e interfiere en la atención que prestamos al decidir la cantidad que seleccionamos. Come con tranquilidad y disfruta.

Asegúrate de tener agua siempre a mano, no limites su consumo. A parte de estar bien nutridos también tenemos que promover una buena hidratación.

No confíes en productos milagro como por ejemplo, los famosos “detox”. El término “detox” hace referencia a la desintoxicación, depuración o limpieza de nuestro cuerpo. Este término a menudo se utiliza como reclamo para la venta de determinados productos que nos prometen muchas cosas, normalmente relacionadas con la pérdida de peso. Lo que no nos cuentan es que la naturaleza es muy sabia y que esta función “detox” nuestro cuerpo ya la lleva a cabo de forma fisiológica, a través de nuestros órganos (riñones, hígado, pulmones, piel o intestino), que se encargan entre otras funciones, de eliminar las toxinas y los productos de desecho que nuestro cuerpo no necesita

Siguiendo todas estas recomendaciones lograrás que la vuelta a la rutina sea lo más saludable y nutritiva posible. ¡Anímate y ponlas en práctica.!