Como ya hemos comentado en otros artículos del blog, nuestro cuerpo es como un reloj: necesita seguir una rutina, ser fiel a sus horarios y respetar los tempos para realizar cada cosa. Con el ajetreo del día a día, muchas veces no le damos la atención e importancia que merece.
Descansar o dormir correctamente es una de las cosas indispensables para que nuestro cuerpo haga un “reset” diario, regule de forma eficiente ciertos procesos hormonales y metabólicos y consiga así, un equilibrio tanto corporal como mental.
Por el contrario, se ha estudiado que un descanso insuficiente y/o de mala calidad puede afectar al sistema nervioso, a nuestro rendimiento cognitivo, al estado de ánimo y al sistema inmunitario, así como relacionarse con un mayor riesgo de padecer obesidad.
Existen diferentes acciones que ayudan a conciliar el sueño y tener un descanso reparador, nombramos varias de ellas:
- Realizar ejercicio durante el día favorece la relajación. Eso sí, hay que evitar hacerlo en las dos horas previas a acostarse.
- Controlar la intensidad de la luz ambiental y evitar dispositivos tecnológicos antes de irse a dormir ya que la oscuridad (en especial ahora que cada vez tenemos menos horas de luz al día) propicia la secreción de melatonina, conocida también como la hormona reguladora del sueño.
La alimentación, es otro factor que juega un papel muy importante en el descanso y la productividad por ello, apuntamos a continuación varias recomendaciones y alimentos para dormir bien que esperamos te ayuden a conseguir el sueño reparador deseado:
- Procura que la comida previa a acostarte (la cena), se realice unas dos horas antes de irte a dormir y que también sea ligera. Evita elaboraciones con muchas grasas, guisos, fritos, salsas muy condimentadas… así como alimentos picantes, azucarados o ácidos. De esta forma evitarás problemas digestivos que dificulten o interrumpan el sueño.
- Potencia el consumo de aquellos alimentos ricos en triptófano (precursor de la melatonina). Éste lo encontrarás en lácteos, huevos, frutos secos, cereales integrales, patatas, verdura, plátano o piña.
- Puedes tomar infusiones relajantes como tila, melisa, pasiflora… o combinaciones de éstas.
- Por último, recuerda evitar el consumo de bebidas o alimentos estimulantes (con cafeína, teína o teobromina) presentes en el café, té, cacao, guaraná, mate y bebidas de cola. Y también bebidas alcohólicas ya que, aunque en un primer momento favorecen la somnolencia, la realidad posterior es que inducen a un sueño ligero y de mala calidad.
A través de todos estos consejos, desde Sanaladas te deseamos un descanso reparador, ¡imprescindible para afrontar el día con energía!
… Felices sueños
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